Resumen:
En el
presente escrito se analizan algunos puntos relevantes de la obra de Morín “Con
la cabeza bien puesta” con el propósito de reflexionar sobre aspectos que desde
mi consideración son pilares fundamentales para transformar el pensamiento,
transformar las instituciones, y darle una nueva dirección de lo que se pretende
a la hora de ejercer la profesión docente ante esta crisis que se vive dentro
de la sociedad y de manera global.
Palabras
clave: Reflexión, Conocimiento, Incertidumbre, transversalidad.
En
primer lugar, hablar de educación, escuela, instituciones, currículo, siempre
será tema de discusión, pero quiero lanzar esta primera pregunta para después
reflexionar. ¿Quién decide el currículo? Quiero comenzar desde este punto para
ir adentrándome a las entrañas del texto de Morín, es necesario comprender el
génesis de estas ideas, en primer lugar es necesario estar conscientes de la
crisis que actualmente vivimos y que no es de ahora, sino que viene
persiguiéndonos desde ya hace buen rato, el hombre en su afán por ser un
consumidor y productor de capital se ha empeñado por dejar de lado aspectos
relacionados con la condición humana, ponderando la riqueza sobre lo
intelectual, el aplastar al otro es parte de la vida y se ve como normal, en
este sentido las cúpulas de poder tratan de establecer un sistema de dominación
y el medio perfecto para lograrlo es la educación, imponiendo un currículo bien
establecido con fines definidos y meramente enfocados a satisfacer sus
necesidades personales. Ante esta crisis los docentes hemos sido absorbidos por
la burocracia y por las normas instituidas del sistema, la incertidumbre de la
globalización, el alza de precios de la canasta básica, las enfermedades, el
poco sueldo con el que el profesor de básica tiene que sobrellevar lo ha
orillado a ser una parte del sistema el cual consiste en aplicar tal cual los
planes y programas, limitándose a descargar las planeaciones de laminitas y
quitarse de encima la obligación burocrática, es hasta este punto cuando se
pierde la cabeza, se entra a una monotonía que después para romperla es complicado,
es cuando estamos contribuyendo a seguir con la crisis, a formar alumnos para
el sistema.
Morín
con su obra invita al docente a tener la cabeza bien puesta para reformar la
enseñanza y el pensamiento, primeramente como docentes a estar conscientes de
nuestro papel, de ser entes que estén cuestionando todo lo que se dice, que la
duda sea nuestra primer aliada, que practiquemos la virtud de la introspección,
el conocernos, el identificar nuestras habilidades, sentimientos, reconocernos
como entes de cambio ante la sociedad, reflexionando sobre nuestras practicas
instituyentes, Morín hace énfasis en que para tener una cabeza bien puesta y
para predicar esto mismo en los estudiantes es necesario saber analizar
problemas y plantearlos a los estudiantes, practicar la escuela de Sócrates,
ese famoso método socrático el cual hace que los esquemas mentales se estimulen
con base a preguntas e interrogantes que resultan retadoras para los
estudiantes, esto último es fundamental que docente actual tome en cuenta, como
lo dije anteriormente toda la información que se obtenga se tiene que someter a
juicio y ese es el principal trabajo de un investigador.
Es importante resaltar que el profesor es
únicamente una guía para la construcción de los aprendizajes en los alumnos, es
por esto que no siempre tenemos que dar todas las respuestas, es necesario dar
tiempos para la reflexión y análisis de las situaciones que se pretenden
aprender, Morín menciona que es mejor una cabeza bien puesta que una repleta,
lo cual estoy totalmente de acuerdo, siempre he pensado que de nada sirve un
alumno que sea un erudito en matemáticas si por el contario sus actitudes son
déspotas y egoístas con los demás, el docente es el responsable de no generar
un llenado de mentes con conocimiento, sino que se debe de buscar la
deconstrucción y construcción del individuo. Otro punto medular dentro de esto
es la parcelación de conocimiento, si hay algo que he aprendido en este
trayecto de posgrado es que nunca te tienes que cerrar a una sola posibilidad
ni parcelar las diferentes posibilidades que el conocimiento te puede ofrecer,
un claro ejemplo es mi objeto de estudio, el cual se enfoca a analizar las
concepciones de niños de 3º grado de primaria respecto a los números fraccionarios,
este objeto de estudio se puede analizar desde un marco histórico, emocional,
matemático, actitudinal, físico, químico, etc. A la idea que quiero llegar es
que se debe de tener una visión integradora del conocimiento, cada ciencia o
disciplina puede aportar algo importante desde ópticas diferentes para
comprender más la realidad. Es por eso que Morín propone esta forma de trabajo,
la transdisciplinariedad o también me atrevería a mencionar la transversalidad
en las diferentes asignaturas que se planeta dentro el currículo, siempre se
sugiere al docente que busque la relación entre español y ciencias, entre
matemáticas, para no caer en el típico “abre tu libro de mate, ciérralo, abre
el de ciencias etc. una monotonía fatal que solo produce parcelar los
conocimientos, un punto a favor de los libros de texto que propone la SEP, es
el trabajo por proyectos que sin duda se presta para generar una
transversalidad, lo importante aquí es el ingenio del profesor, debe ser hábil
para relacionar los aprendizajes con distintas asignaturas, no tengo duda de
que es un primer paso para combatir la incertidumbre.
Dentro
de esta transversalidad que menciono también cabe destacar que es importante
contextualizar los saberes y contenidos que al alumno se le ofrecen con la idea
de que esté relacionado con su contexto inmediato y además tenga un significado
para él, esta escuela viene del pragmatismo, una escuela progresista, quien
invita a que los conocimientos que el estudiante construya sean significativos
y útiles para transformar su realidad y la del entorno donde vive. En cuanto a
la función docentes es importante tener un conocimiento del contexto para así
proponer actividades acordes a los intereses y necesidades del estudiante sin
generar un desfase.
Para
continuar con mis planteamientos me es prudente decir que hoy en día es necesario que el profesor sea un promotor
de una pedagogía conjunta, a esto me refiero que como ya lo mencione
anteriormente supere las parcelaciones del conocimiento además de esto, el
profesor, debe de enseñar a vivir con base en la condición humana, para esto es necesario que adecue el currículo
que rompa con lo instituido y lo convierta en instituyente, que genere en sus
estudiantes la indicación hacia la lucidez como lo dice Morín para que estos
individuos luchen en contra de la incertidumbre, esta incertidumbre es todo
aquello que desconocemos a lo que le tememos, es necesario tener una cabeza
bien puesta en todos los sentidos, emocional, intelectual y hasta espiritual. A
veces ni tenemos conciencia de todo lo que un profesor puede generar en sus
alumnos, tenemos un poder de transformación enorme, pero hay que saber
aprovecharlo.
Todo
lo anteriormente planteado es sumamente relevante y se debe de tomar en cuenta
pala luchar en contra de la incertidumbre, dejar de lado ese enfoque
reduccionista y comenzar a trabajar en la construcción del conocimiento para
formar individuos plenos, no a la orden del sistema, sino a la orden de sus
sueños, pero si etas visiones las analizamos desde otro punto de vista menos
romántico nos vamos a topar con realidades distintas, hablo desde mi
experiencia como docente que aún es poca, pero que en este tiempo el sistema
mismo ha demostrado ser un monstro que te come sin piedad, la monotonía el
trabajo burocrático, la presión psicológica de los directivos, y la
desactualización docente te dan un panorama obscuro del quehacer docente, en
ocasiones por más que quieras innovar en el centro de trabajo y educar con base
a la condición humana es a veces imposible, el mismo sistema te limita a hacer
muchas cosas en muchas ocasiones, el ejemplo más claro que tengo es cuando
enseñaba a un grupo de 20 niños a leer de primer grado, decidí usar el método
global de lecto escritura, es un enfoque que va de lo general a lo particular,
un método complejo donde los alumnos aprender a leer por palabras y no por
silabas, esto resulta a la larga mucho mejor al hablar de comprensión lectora,
está demostrado que el método silábico es fácil de aprender pero trae consigo
problemas a la hora de leer y comprender textos, es por eso que elegí el método
global, para diciembre aun muchos alumnos no leían, la presión era enorme por
parte de las autoridades, lo que les interesa son estadísticas y no que el niño
aprenda y viva su propio proceso, la supervisora ordenó que se cambiara al
método silábico, los niños en menos de 3 meses comenzaron a leer y me di cuenta
que el sistema está podrido y que por más que quieras probar propuestas
diferentes no es posible gracias a la burocracia, pero este escrito no es para
desahogar mis vivencias, solo quiero que estén conscientes de las dos posturas
tanto romántica y la que se da ya dentro del salón de clases, esto no va a
servir de excusa para ser conformista, si algo he aprendido en la maestría es
que estoy aquí en un proceso de evolución, mi mentalidad está cambiando
radicalmente en cuanto a la forma de concebir la educación, el proceso de
autoconocimiento, el de desaprender para aprender ha estado muy presente
durante todo mi trayecto, la cabeza está en proceso de ser una cabeza bien
puesta.
No
cabe duda de que la obra de Morín se inspira en grandes padres de la teoría
pedagógica liberadora y progresista, ahora yo me pregunto por qué si estas
teorías como la de Dewey, Freire, Bruner etc, existen años atrás, ¿Por qué
seguimos con un retraso enorme en el sistema educativo? Pues pueden existir
varias respuestas como posibles hipótesis y podríamos estarnos quejando siempre
del lado romántico del sistema, de las autoridades y padres de familia, aquí la
verdadera respuesta está en uno mismo como docente, en cambiar esa mentalidad
para ir en un proceso de cambio en el pensamiento y el espíritu, dejar de lado
la visión de ser un cobrador de cheques, y enfocarnos en siempre estar en pro
de la condición humana, y combatir la incertidumbre en nuestros alumnos,
debemos estar en busca de la utopía, por más negro que se vea el panorama,
quitarnos de la mente de que Español y matemáticas son las materias más
relevantes en el currículo disociando las materias como artes, educación
socioemocional, música, y materias que común mente se denomina de relleno, les
apuesto que la mayoría de las escuelas dentro de sus rutas de mejora ponderan las materias de
Español y Matemáticas por que el sistema así lo pide, y dejamos de lado las
actividades de educación socioemocional, sin darnos cuenta que las emociones
entregan sentido al razonamiento, que si la cabeza no está bien puesta,
difícilmente se puede reflexionar en un sentido matemático, o lingüístico, es
por eso que dentro del sistema se debe estar constantemente experimentando
distintas posturas para analizar una problemática, adoptar diferentes
paradigmas para poder comprender mejor la realidad que nos rodea.
Para
concluir con este escrito me es prudente
decir que el pensamiento complejo de Edgar Morin es sin duda un tema para el
análisis e introspección de lo que como docentes hacemos, y que aves por ser
tan superficiales no nos percatamos, el deterioro de la educación está presente
hoy en día, más con la situación actual en la que vivimos de pandemia, no
existen valores, escrúpulos, la gente mata, la gente viola, mujeres
desaparecen, yo como un agente de cambio estoy dispuesto a todo a lo que sea
por cambiar esta crisis y esta sociedad tan podrida en la que vivimos, Morín es
el primer paso para convencernos de que
es necesario ir reformando el pensamiento y espíritu, como docente estoy
dispuesto a asumir ese reto, a generar conciencia en mis alumnos sobre todas
las problemáticas que se viven a no ser un trasmisor de conocimiento ni mucho
menos un replicador del currículo, estoy consciente de que por ahora tengo este
referente teórico, de una cosmovisión definida, con ideales bien puestos, pero
viene el verdadero reto, y es que se debe de poner en práctica para que este
discurso en verdad rinda frutos, sin
olvidar que el proceso de reconstrucción es largo y que es necesario siempre
tener una cabeza bien puesta.
Referencias:
“La
cabeza bien puesta. Repensar la Reforma. Reformar el pensamiento” Morín (1999).
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